El Taekwondo, como noble arte marcial, es descrito por sus expertos y aficionados como un estilo de vida que transforma positivamente a quienes lo ponen en práctica. A lo largo de los años incrementa en quienes lo practican el deseo de superación, porque cada sesión es un desafío que nace de las ganas de ser el mejor.
En efecto, practicamos Taekwondo para mejorar cuerpo, mente y espíritu. El significado de la palabra coreana Taekwondo en sí, define perfectamente este arte y se traduce de la siguiente manera:
Tae (태) significa "el pie" y "las técnicas del pie": hace alusión al empleo de los pies para el combate.
Kwon (권) significa "el puño, las técnicas del puño": que se refiere a la combinación en el uso de brazos y puños durante la práctica.
Do (도) significa "el camino, la enseñanza, la mentalidad": conocida entre los grandes entendidos como una doctrina de la filosofía que se refiere a la transición hacia la perfección del ser.
Compuestas, estas tres sílabas dan el significado de alinear la lucha de puños y pies con el camino espiritual. Además de este significado, el Taekwondo tradicional, en particular, tiene los principios para reforzar o profundizar ciertas virtudes y cualidades del ser humano.
El Taekwondo es por lo tanto, un arte milenario que involucra la fuerza y la coordinación para el uso de pies, brazos y puños, como sistema de defensa sin necesidad de utilizar alguna modalidad de armas. Su práctica aporta al cuerpo humano un estado de relajación física y mental que alcanza niveles extraordinarios.
En una situación tan excepcional como la que vivimos actualmente hay que medir cada uno de los pasos que damos y avanzar con determinación y esperanza. "Pasito a paso" conseguiremos todo aquello que nos propongamos... ¡Adelante y a por todas!